Mark Anthony Aguirre. 1,98 y 105 kgs. Nacido en Chicago y procedente de la Universidad de DePaul. Estos son los datos del único número 1 del Draft en la Historia de los Dallas Mavericks.
La temporada 1980-81 de los Dallas Mavericks había sido desastrosa, algo entendible teniendo en cuenta que se trataba del primer año de la franquicia en la liga, y que su elección 11 en el Draft, Kiki Vandeweghe se negó a jugar para los Mavs y tuvo que ser traspasado a los Nuggets por dos primeras rondas de años venideros. 15 – 67 fue el récord de ese año. Casualidades del destino, Kiki ha pasado muchos años siendo entrenador asistente de la franquicia texana.
Mark Aguirre había destacado mucho en De Paul. Llevó a su equipo a la Final Four de la NCAA de 1979, donde unos Indiana State liderados por un tal Larry Bird les superaron. En 1981 fue elegido como mejor jugador de College de la nación. Estaba claro que era el mejor, pero también era el más problemático fuera de la cancha, y con esas credenciales llegó al Draft.
Los Mavericks querían tener un impacto inmediato en la NBA, y no podían desaprovechar la oportunidad de llevarse un talento como el de Aguirre. Asi que, como estaba cantado, Mark fue número uno del draft de 1981. El draft de ese año fue uno de los mejores para los Mavs, puesto que a parte de Aguirre, también llegaron dos jugadores como Jay Vincent (número 24) y el panameño Rolando Blackman ( número 9, procedente de una de las primeras rondas de Denver).
Aquella temporada los Mavericks mejoraron su récord en 13 victorias, dejándolo en 28-54, bastante decente para ser la segunda temporada en la liga y más teniendo en cuenta que se empezó con un paupérrimo 1-13 . Sin embargo el gran artífice no fue Mark, quien jugó solo 55 partidos por lesiones, fue Jay Vincent, quien promedió 21 puntos (por 19 de Aguirre) y fue elegido para formar parte del quinteto ideal de rookies.
Cuentan las malas lenguas que aquello no le hizo ninguna gracia a Mark, pues él había ido a los Mavericks para ser la estrella, y quería actuar como tal. Y lo que al final fue un problema para los Mavs por su ego y su carácter difícil, en un principio se convirtió en una gran noticia, puesto que el de Chicago dió un gran paso adelante durante las siguientes temporadas.
Así, Mark comenzó una meteórica progresión, consiguiendo su primer triple doble y promediando 24,4 puntos en la temporada 82-83, y unos impresionantes 29,5 puntos en la siguiente temporada, cifra que aun es récord de la franquicia. También ese año los Mavs llegaron por primera vez a Play Offs, siendo eliminados por los Lakers en semifinales de conferencia.
En ese momento hubo un breve estancamiento de dos temporadas en la franquicia y en Mark. Los Mavs seguían entrando en PO’s pero fueron eliminados en primera ronda por Blazers y Lakers respectivamente. Aguirre promedió 22 y 25 puntos por partido en esas temporadas, pero cada vez se metía en más problemas, y esto, sumado a que dentro de la cancha hacía literalmente lo que quería, hizo que los fans de Dallas y la franquicia misma empezaran a cansarse de él.
Sin embargo mientras hacía lo que quería, también lideró a los Mavs a los mejores años de su corta Historia. En la campaña 86-87 los de Dallas superaron por primera vez las 50 victorias, llegando a 55. Sorpresivamente, mientras Mark anotaba otra vez 25 puntos de promedio, los Mavs fueron eliminados a las primeras de cambio por Seattle.
No ocurrió lo mismo en la temporada siguiente, la 87-88, cuando, otra vez de la mano de Aguirre, los Mavericks llegaban por primera vez a la Final de Conferencia, en la cual cayeron en 7 partidos contra los grandes dominadores de la década, los Lakers de Magic Johnson, en lo que se convirtió en la mejor actuación de los Mavericks hasta la temporada 2006.
Durante estas dos últimas temporadas Mark fue premiado con sus dos únicas apariciones en un All Star.
Pero pese a este gran éxito, las horas de Mark en los Mavs estaban contadas. La franquicia y la afición habían dicho basta ante las extravagancias y el ego de su estrella, y así, mediada la temporada 88-89, los Mavericks mandaron a Aguirre a Detroit a cambio de uno de los mejores anotadores del momento, Adrian Dantley. Los medios de comunicación de Dallas y la afición se mostraron contentos por el cambio. Pese a los numerosos récords que el jugador dejó en Dallas, un periódico de Detroit incluso tituló ese día como “El mejor día de la Historia de los Mavs”. Pero la Historia sabe que no fue así.
Mientras los Mavs caían rápidamente y entraban en la época mas negra de su Historia, siendo considerada la peor franquicia de EEUU durante los 90, Aguirre encontró su sitio como uno más de los Bad Boys de Laimbeer, Rodman, Mahorn o su viejo amigo de la infancia, Isiah Thomas. Su papel tanto en ataque como en defensa fue clave en los dos títulos consecutivos que consiguieron los Detroit Pistons, en el 89 contra los Lakers, consiguiendo así su venganza personal por la temporada anterior, y en el 90 contra Portland, saliendo como sexto hombre.
A partir de ese momento las piernas le empezaron a pesar, y su juego y sus números fueron decayendo. Jugó 3 temporadas más en los Pistons, hasta que se retiró en los Clippers en la temporada 93-94.
Con 20 puntos de promedio por partido y 18.458 en total acabó la carrera de uno de los grandes de los Mavs menos reconocidos. Pese a que su camiseta no esté colgada del American Airlines Center ni lo vaya a estar como lo están las de Brad Davis y Rolando Blackman o como lo estarán las de Dirk Nowitzki y quien sabe si Jason Kidd. Pese a que, dejando a un lado la parte extradeportiva, seguramente sea, detrás del gran alemán, el segundo jugador más importante de la Historia de los Mavs por méritos deportivos y récords.
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1 comentarios:
Write comentariosTremendo jugador Aguirre. Es curioso como jugadores que han destacado casi exclusivamente en la parte individual, llegan a un contendiente y se convierten en los mejores jugadores de equipo.
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