Echamos un último vistazo a la temporada 2017-18 de los Dallas Mavericks con la valoración de sus principales protagonistas, empezando por los guards.
Dennis Smith Jr.
Ser un base rookie de 19 años en la NBA es jodido. Muy jodido. Y si tuviésemos que resumir la primera temporada de Dennis Smith Jr. en la NBA creo que podríamos asegurar sin miedo a equivocarnos que ha pasado la prueba.
Sus porcentajes son muy mejorables: por debajo del 40% en tiros de campo (39.5%) y un 31.3% en triples. Propenso a pérdidas. Uno de los jugadores que más tapones ha recibido esta temporada, si no el que más. Una defensa que aparece y desaparece como el Guadiana. Errores en finales de partidos apretados.
Pero todo eso lo podíamos esperar, especialmente la irregularidad. Lo que no esperábamos es que iba a dejar detalles de una visión de juego muy por encima de lo que nos vendían. Que su personalidad, asumida incluso como problemática antes del Draft, iba a ser todo lo contrario. Que era un jugador de equipo, que iba a conectar tan bien con Carlisle.
Terminado el año rookie, muchos consideran que el verano del paso al año sophomore es uno de los más importantes en la carrera de un jugador, si no el que más. Ya te has probado contra la élite, y has comprobado cuáles son tus puntos fuertes y débiles. Todos dicen que Dennis trabaja como el que más, así que lo único que pido es que tenga un verano sano. Hay muchas ganas de ver su evolución para el segundo año.
NOTA: 7
J.J. Barea
Es una pena, porque si estos Mavs hubiesen luchado por entrar en Playoffs, todos estarían alabando ahora la temporada de Jose Juan Barea. Sin embargo, el hecho de que su nivel haya coincidido con una temporada en la que no convenía ganar, desluce la realidad: el boricua ha hecho su mejor temporada regular desde que está en la NBA.
Las lesiones le han respetado, más o menos, y a sus casi 34 años el punto de madurez en el que se encuentra hace que esté en un momento dulce de su carrera. Todavía le resta un año más de contrato (muy barato) y si Dallas quiere aspirar a luchar por los Playoffs la temporada que viene, un Barea al mismo nivel que en esta ayudaría mucho.
NOTA: 8
Yogi Ferrell
En mi opinión, quizás no neutral del todo, Yogi Ferrell ha empezado a dar señas de que con el tiempo podría consolidarse como uno de los mejores bases suplentes de la NBA. El año pasado el hype llevó a muchos a plantearse incluso si podría ser titular. Ahora, una vez asentado en su segunda temporada en la liga, podemos valorar más justamente su potencial. Y decir que puede ser uno de los mejores suplentes de la NBA no me parece exagerado. Ello teniendo en cuenta, además, que durante buena parte del tiempo ha jugado más como dos que como uno.
Habrá que ver cuánto se cotiza eso este verano, cuando es agente libre restringido. Ferrell tiene carencias evidentes, por supuesto, y una que nunca podrá superar es su altura. Pero quitando eso es un defensor entregado, cada vez lee mejor el pick and roll, y es una amenaza de tres puntos aunque su porcentaje ha caído en las últimas semanas de competición hasta un respetable 37.3%.
Se ha ganado una buena subida de sueldo. Ya analizaremos si puede conseguirla en Dallas.
NOTA: 7
Wes Matthews
Regular dentro de su irregularidad. No sé si me explico. Aunque no han sido altibajos tan marcados como los de las dos temporadas anteriores, Wes sigue mezclando casi por igual actuaciones buenas con malas, manteniendo así su irregularidad.
A pesar de que Seth Curry se ha perdido toda la temporada, Matthews se ha visto forzado a jugar aún más tiempo como alero, hasta un 67% de sus minutos (por el 60 y 63% de sus dos temporadas anteriores), según Basketball Reference. Su porcentaje de tres puntos ha sido el mejor desde que está en Dallas (38.1%). Una lesión en la tibia le llevó a perderse la recta final, y casi asegura que haga efectiva su player option para regresar a los Mavs para la cuarta y última temporada de su contrato.
Aunque en un punto de la temporada fue reconocido como tank commander por los Mavsoquistas, la temporada de Matthews no ha sido mala. Tampoco buena. ¿Me entendéis?
NOTA: 6
Devin Harris
Devin salió traspasado en febrero rumbo a unos Denver Nuggets que se interesaron por él por el rendimiento más que decente que había venido dando desde el banquillo durante toda la temporada. A Harris se le nota mucho si está sano o no, y en esta campaña pudimos ver su versión sin mermas físicas.
Ya no se trata de un jugador diferencial, pero sí que es un veterano que hace mucho trabajo sucio, tiene tablas y sabe estar. Pero los Mavs no necesitaban eso ahora mismo, y no creo que se arrepientan del cambio por Doug McDermott y una segunda ronda, traspaso menor pero que parece bueno visto un par de meses después.
Quién sabe si algún día regresará por tercera vez, ya sea como jugador o en otros puestos, pero los Mavericks dejaron la puerta abierta a ambas posibilidades.
NOTA: 6.5
Kyle Collinsworth
Collinsworth está muy limitado por su falta de velocidad, y es una lástima porque tiene bastantes cosas que me gustan. Es un base alto, con una buena visión de juego, va muy bien en el rebote, decente en defensa, pero si no es capaz de meter sus lanzamientos (y este año no ha sido capaz) no puede contrarrestar su carencia en velocidad.
No sé si Collinsworth es un jugador para la NBA, o si lo será en el futuro. Ahora mismo, con 26 años, está en el límite. Quizás si sigue evolucionando y es más consistente en el lanzamiento podamos verlo en el final de un roster decente como tercer base en un par de años. Puede que decida buscarse la vida en Europa, donde probablemente pueda ser más determinante.
Los Dallas Mavericks quisieron premiar su trabajo y constancia con los Texas Legends y lo más probable es que tenga una nueva oportunidad para luchar por un puesto en el próximo training camp.
NOTA: 5.5
Resumen:
- J.J. Barea - 8
- Yogi Ferrell - 7
- Dennis Smith Jr. - 7
- Devin Harris - 6.5
- Wesley Matthews - 6
- Kyle Collinsworth - 5.5
Próxima entrega: Forwards.
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