Cuanto más sabemos sobre la lesión y recuperación de Chandler Parsons, más nos preocupamos.
Al ser preguntado específicamente por la naturaleza de su lesión y por si fue una operación de microfractura, Parsons no aclaró la cuestión. O sí que lo hizo. Depende de cómo se interprete su respuesta.
"No creo que ellos (la franquicia) quieran que responda si lo fue o no", dijo Parsons, quien añadió que aún llevará muletas durante dos o tres semanas más (lo que hará que esté en muletas entre 4 y 6 semanas, algo que indica que fue más que una mera artroscopia, y periodo que concuerda con lo habitual en operaciones de microfractura).
Chandler Parsons on whether his surgery was of the micro fracture variety: "I don't think they want me to answer whether it was or not."
— Eddie Sefko (@ESefko) Mayo 21, 2015
En su momento ya analicé las señales que daban desde la franquicia, y la importancia de que fuese un procedimiento por microfracturas o no.
Parsons tenía dañado el cartílago. Hasta hace un par de años, para repararlo se utilizaba casi siempre el procedimiento de la cirugía de microfractura. En el tipo más utilizado, esto básicamente consistía en que se hacían un pequeños agujeros en el hueso para que sangrase, y esta sangre del propio paciente rellenaba los huecos que había en el cartílago, creando fibrocartílago.
El problema es que esto no es tan resistente como el cartílago, y no solía aguantar las exigencias del cuerpo de un atleta de élite. Hay casos que salieron bien (Jason Kidd, Matt Harpring, Kenyon Martin, Zach Randolph, Andrew Bogut -más o menos-), pero otros... en fin. Basta con ver los nombres: Chris Webber, Penny Hardaway, Jamal Mashburn, Allan Houston, Amar'e Stoudemire, Greg Oden, Andrew Bynum, Tracy McGrady...
El tiempo de recuperación para un deportista de élite oscila entre los 6 y los 12 meses habitualmente.
El tiempo de recuperación para un deportista de élite oscila entre los 6 y los 12 meses habitualmente.
Con el paso de los años, este tipo de cirugía ha ido perdiendo importancia por su poca eficacia en el deporte de élite. El problema es que no hay otra solución mucho más efectiva para los atletas que haya ocupado su puesto. Está el trasplante de cartílago desde zonas de la rodilla que tengan menos carga (OATS), pero solo es efectivo si son pequeños desgarros, lo que podría ser el caso de Parsons.
También se pueden extraer partes del cartílago del paciente y tratarlas en el laboratorio para que sean más fuertes y volver a introducirlas en la rodilla (ACI), pero esto lleva un tiempo de recuperación que puede sobre pasar un año, lo que hace que apenas se utilice en el deporte.
Lo último son los procedimientos como la terapia Orthokine (lo que se hacen Kobe Bryant o Jermaine O'Neal entre otros en Alemania), en la que la sangre del paciente se calienta y se mete en una centrifugadora para después ser inyectada de nuevo en la rodilla, lo que ayuda a reducir inflamaciones y a que el cartílago se cure. o la terapia con plasma rico en plaquetas, similar a lo anterior. Pero no se sabe a ciencia cierta si son efectivos con problemas importantes de cartílago, y no parece que Parsons haya pasado por alguno de estos dos procedimientos.
También es posible que el alero haya pasado por el quirófano de nuevo después de aquella artroscopia, pero no se haya hecho público.
En este caso, las señales me llevan a ser pesimista. Mi opinión es que la lesión de Parsons era más importante de lo que han querido hacer parecer. Probablemente intentan ocultar la seriedad del procedimiento de cara a atraer agentes libres en verano. Pero realmente no sé qué sacan de esa forma, porque cualquier agente libre que tenga interés en Dallas va a preguntar casi seguro por la salud de Parsons.
Los Dallas Mavericks siempre han sido muy opacos con las lesiones de sus jugadores, dando la mínima información posible en cada caso. Pero, en este caso, parece que hay algo más detrás.
-----D-Mavs en Twitter y en Facebook
Toda la NBA en BasketAmericano
-----