Quién se iba a
imaginar que la derrota de ayer en Boston iba a suponer el último partido del
bueno de Quincy Acy con los Mavs. Ni él mismo tras ver la dura lesión de Barea
en el último cuarto podría pensarse lo que estaba por venir ni 24 horas después
del encuentro.
Con Devin Harris
todavía fuera por algunas semanas, la recaída de Deron Williams, y la lesión
más o menos grave del boricua, era cuestión de tiempo que Cuban hiciese algún
movimiento. Con Seth Curry solo al mando de la nave, los de Carslise pedían a
gritos otro base, y la opción más lógica y factible nos hacía pensar en
Jonathan Gibson, y así ha sido.
El mercado de "guards" no daba para mucho en estos momentos de la temporada, la mayoría de
nombres interesantes o arrastraban lesiones de larga duración (Chalmers,
Marshall) o estaban semi-retirados (Hinrich, Miller..), así que los Mavs han
apostado por lo seguro y han firmado a un Gibson que ya realizó la Summer
League de Las Vegas con Dallas, promediando 17 puntos y 1,7 asistencias por
partido, y que le hicieron ganarse un hueco en la pretemporada, donde logró 7
puntos y 3 asistencias por encuentro. Con esos números partió como favorito
para ocupar una de las dos ultimas plazas que quedaban en la plantilla.
En esa lucha, que
comandaban Brussino y Gibson, finalmente apareció Dorian Finney-Smith, titular hoy
en día, y el otro puesto fue para el argentino. A pesar de tener el contrato más
garantizado que los otros dos, Gibson quedó fuera del roster y tuvo que
buscarse la vida en China. Ahora el destino le da una segunda oportunidad.
Un perfil de base
parecido al de Barea, salvando las distancias, capaz de crearse sus propios
tiros y poder ser un peligro desde el lanzamiento exterior. Menos agresivo y
sin la capacidad de repartir juego del puertorriqueño, pero eléctrico y peligroso
pese a su pequeño tamaño (1,84m). Además
conoce el sistema de Carlisle y a sus nuevos compañeros, lo que supone una gran
ventaja mirando la situación actual. Los Mavs minimizan como pueden la baja de
un Barea del que se desconoce todavía el tiempo que estará de baja, aunque este
movimiento tan repentino nos hace suponer que estará fuera unas semanas.
Gibson viene para
dar rendimiento inmediato, acaba de cumplir 29 años y pese a que no se mueve en
porcentajes de tiro muy positivos, ha de intentar reactivar el desastroso
ataque de unos Mavericks necesitados de puntos por donde sea. El base percibirá
alrededor de 1 millón de dólares durante esta temporada.
Acy por su parte,
pone punto y final a su etapa en Dallas sin haber podido demostrar realmente
nada, 2,2 puntos y 1,3 rebotes en apenas 8 minutos por partido en los 6 que ha
podido jugar. Ha tenido algunos problemas físicos (esguince y lesión facial)
que tampoco le han permitido tener cierta regularidad. Una manera triste de
acabar en el equipo de tu infancia.
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